Cada persona tiene sus propios límites, usted también. Estos límites forman parte de su personalidad y tiene derecho a que los demás los respeten. Cuando alguien traspasa sus límites, le está faltando al respeto como persona y tiene usted derecho a oponerse a ello. En una relación de pareja, cada miembro puede tener límites diferentes.

Algo que es aceptable para su compañero o compañera puede no serlo para usted. Sabrá que el otro miembro de la pareja no está respetando sus límites si se siente usted mal con lo que está sucediendo. Se traspasan los límites cuando alguien le hace a usted algo en contra de su voluntad. No siempre es fácil reconocer los límites propios y los de los demás: por eso es importante hablar de ello. Dígales a los demás cuáles son sus límites y asegúrese de reconocer y respetar los límites de los demás.

Sin embargo, hay acciones que siempre traspasan los límites claramente. Por ejemplo:

Todo lo anterior es violencia y no debe aceptarse. Si alguien traspasa sus límites puede usted pedir ayuda y acudir a la policía o a un centro de asesoramiento.

Es importante el diálogo en la pareja. Esto le puede ayudar a respetar los límites del otro. Ambos miembros de la pareja deben ponerse de acuerdo sobre lo que está permitido y lo que no. Nadie debe obligar al otro utilizando la violencia física o psicológica. Ambos deben intentar mantener una relación de igualdad en la pareja. Una persona no debe tener poder sobre la otra, y los dos miembros de la pareja deben tratarse con respeto y cariño.

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Decir que no

Si siente que se están traspasando sus límites, diga que no.

A veces siente uno que no desea algo aunque no pueda explicar por qué. Esto es perfectamente aceptable. No tiene usted por qué justificar su decisión. Es suficiente con decir que no: su compañero o compañera debe respetar su decisión.

Decir que no puede resultar difícil, sobre todo si tiene sentimientos profundos hacia su compañero o compañera. Puede que tenga miedo de perder a su compañero o compañera. Sin embargo, decir que no es lo correcto y además es importante. Así le mostrará claramente a la otra persona cuáles son sus límites.

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No ceda ante su compañero o compañera si en realidad no lo desea. Diga claramente que no. Al hacerlo, intente mirar a los ojos a la otra persona. Si puede, explíquele por qué no desea hacer una determinada cosa. Repita su mensaje si fuera necesario. No tiene por qué sentirse culpable. Si su compañero o compañera no acepta un no, pida ayuda. Hable con una persona cercana o solicite ayuda profesional a un centro de asesoramiento.

Si el otro miembro de la pareja le obliga repetidamente a hacer cosas que usted no desea, deberá plantearse si realmente es el compañero o compañera adecuado para usted.

Violencia sexual

Cuando alguien le obliga a hacer algo que no desea usando la violencia o amenazando con usarla, se habla de coacción. La coacción supone una violación de sus límites.

Se habla de violencia sexual cuando se produce una agresión física o verbal con intenciones sexuales y destinada a humillar a la víctima. El agresor traspasa los límites de su víctima para sentirse más poderoso.

La violencia sexual tiene muchas formas. Por ejemplo, puede consistir en insultos de carácter sexual, tocamientos no deseados en las zonas íntimas o actos sexuales forzados.

Como cualquier forma de violencia, la violencia sexual está prohibida por la  ley. Se considera un delito y es perseguida por la policía cuando se denuncia.

La violencia sexual puede ser ejercida tanto por extraños como por conocidos o familiares.

Pedir ayuda

No sienta culpa ni vergüenza por ser víctima de la violencia sexual. Es algo que afecta a muchísimas personas. Pida ayuda:

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